El vidrio es reciclable y puede ser reciclado ilimitadas veces. Este proceso consume sólo el 25% de la energía necesaria para hacer vidrio nuevo. A su vez, reciclando vidrio en vez de fabricar nuevo, reduce la contaminación del aire en un 20% y la del agua en un 50%. El vidrio de las botellas tarda más de 4000 años en degradarse.